Segurilatam 003

30 Tercer cuatrimestre 2016 artículo técnico Continuidad de negocio A finales de 2015, en una de las empresas azucareras más im- portantes de Perú se llevó a cabo el proceso de revisión del pliego de reclamos que presenta el sindicato de trabajadores cada dos años. Sin em- bargo, hubo desentendimiento entre ambas partes; ante las cuantiosas de- mandas que se solicitaban, los dirigen- tes sindicales declararon una huelga in- definida. En este contexto, en años anteriores tuvieron lugar terribles experiencias: los huelguistas tomaron por asalto las ins- talaciones y solicitaron la administra- ción de las mismas. Ocuparon la em- presa empleando la violencia, hicieron rehenes a los funcionarios, incendia- ron los campos y con dichas acciones obligaron a negociar. Obtuvieron la ad- ministración inapropiadamente y sólo para beneficio de los dirigentes. Para lograr sus fines, los sindicalistas hicieron valer la legalidad de la huelga ante el Ministerio de Trabajo y presen- taron denuncias contra la empresa. De igual forma, engañaron a los trabajado- res acerca de sus intenciones reales, la veracidad de los documentos y los ob- jetivos a corto plazo. Escondieron va- rios asuntos que, poco a poco, fueron desenmascarándose. Dispositivo de seguridad Pero, a pesar de sus artimañas, fracasa- ron ante una estrategia de seguridad y liderazgo que se implementó adecua- damente desde el principio. El dispo- sitivo de seguridad estaba basado en la continuidad o inicio de la operación a través del cuidado de los campos de caña de azúcar, así como en el aspecto más crítico: la protección de la fábrica y de las personas. Definitivamente, resguardar un pre- dio de 30.000 hectáreas sin períme- tros fue sumamente complicado. Por lo tanto, el sistema de seguridad tenía que estar basado en: Equipos de infiltrados e informado- res (información preventiva o inteli- gencia). Despliegue de equipos de patrullaje disuasivo con intervención policial. Seguridad en el trasporte de los tra- bajadores desde sus domicilios al lu- gar de labor. Equipos policiales de captura de de- lincuentes ubicados en los accesos de la localidad. Equipos pol iciales y propios de reacción rápida ante ataques contra la instalación. Equipos de coordinación con los me- dios de comunicación y filmación de hechos delictivos. Equipos de asesoría legal. En resumen, el sistema consistía en obtener información relevante para que pudiese intervenir la policía con el objetivo de capturar a los delincuentes en las entradas de la ciudad a través de batidas o intervenciones en bares, ta- lleres o viviendas donde se fabricaban armas o en actos f lagrantes como la toma de carreteras. También cabe destacar la participa- ción de equipos de respuesta a eventos como incendios y bloqueos de carrete- ras o accesos en los que participaron fil- madores, fotógrafos y asesores legales con el fin de constatar los hechos y gra- bar a los cabecillas y delincuentes para, posteriormente, presentar las corres- pondientes denuncias y encarcelarlos. En dicho operativo cabe mencio- nar que era impor tante asegurar la protección de trabajadores e ingenie- ros, quienes, temerosos ante las ame- nazas, se mostraron reticentes a cola- borar. Final feliz Los primeros días de la huelga fueron proyectados para incendiar los cam- pos, tomar la planta y secuestrar a los funcionarios más importantes. Pero, gracias al sistema de seguridad, se pu- dieron llevar a cabo importantes cap- turas, descubriéndose así los planes de toma de las instalaciones. De esta forma, se frustraron las intenciones de los delincuentes. La empresa había calculado 30 días de huelga. Después de dicho período, se debería reanudar la producción. Al equipo de seguridad se nos consultó si se podía garantizar el ingreso del per- sonal y evitar sabotajes o secuestros que interfiriesen el normal desarrollo de la actividad. Lógicamente, respondimos afirma- tivamente. Para ello, se convocaron reuniones diarias con el staff de ge- rentes presididas por quien esto firma con el objetivo de darles valor y segu- ridad. Además, ante el temor de los in- genieros, participamos en los diálogos con los trabajadores. Al fin, el disposi- tivo posibilitó que se volviese a la nor- malidad. A pesar del temor de los funciona- rios a las represalias de los delincuen- tes, el 90 por ciento de los trabajado- res, gracias a las condiciones de se- guridad, regresó a sus puestos. Y así, paulatinamente, se recuperó el pro- ceso productivo. El dispositivo de se- guridad y el liderazgo del equipo per- mitieron garantizar la continuidad del negocio. Herbert Calderón Expresidente de ASIS Capítulo Perú Oscuras intenciones en una huelga sindical y la continuidad de la operación

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