SEGURILATAM 008

102 Segundo cuatrimestre 2018 Opinión artículo técnico C omo en muchos otros casos, el origen de la tecnología que nos ocupa está ligado a las ne- cesidades militares. UAV, UAS y dron son sólo algunos de los muchos nom- bres con los que hacemos referencia a las aeronaves no tripuladas. Artilugios que pertenecen a una categoría mayor: la robótica y los vehículos remotamente pilotados. Los hay terrestres –como los vehículos oruga para desactivar explo- sivos–, acuáticos –como las boyas inte- ligentes que captan información de ma- reas– y aéreos. Un sistema aéreo tripu- lado por control remoto (RPAS, por sus siglas en inglés) genera consenso en los países pioneros en el desarrollo de esta tecnología. Hay dos primos cercanos con los cua- les hay que hacer una distinción: los ae- romodelos y los misiles. Con los prime- ros, la diferencia es la capacidad de un RPAS de mantener un nivel de vuelo programado y controlado, mientras que con los segundos es que el misil no es reutilizable: al final de su ruta progra- mada detona contra su objetivo. El caso más antiguo se remonta a la I Guerra Mundial, en la que se emplea- ron para entrenar a los operarios de los cañones antiaéreos. Y a finales del siglo XX comenzaron a utilizarse en el ám- bito militar, donde lo que define a un RPAS moderno es su capacidad para usar el GPS para su propia navegación y para referenciar la información que ge- nera con los sensores de a bordo. ¿Cómo es un RPAS? Si hacemos un análisis de bloques, un RPAS se puede descomponer en tres subsistemas: La aeronave en sí misma , con todos sus componentes. La estación de control de tierra , desde donde se opera el RPAS. La carga paga , que en el caso comer- cial se destina a dispositivos para la generación de imágenes u otra infor- mación. La aeronave en sí misma se clasifica en ala fija o giratoria y debe tener una estabilidad de vuelo muy elevada, in- dependientemente de su tamaño. Y en ella destacan el sistema de propulsión de alta confiabilidad, el de control del vuelo –que corrige en el menor tiempo posible desviaciones causadas por el viento– y el de navegación de alta pre- cisión, así como el enlace de comunica- ciones. La estación de tierra es donde los operadores disponen de todas las fun- ciones para controlar la aeronave. Hay tres posibles operaciones: dentro del al- cance visual, dentro del alcance de ra- dio y vuelo más allá de este último. Se- gún el escenario, la estación de control se hace más sofisticada. Y la carga paga es la que convierte al RPAS en una herramienta para generar “productos” de lo más variado. Lo más común es la generación de fotos y ví- deos útiles para publicidad, topografía, cartografía, etc. Pero también hay uni- dades con cámaras espectrales e hi- perespectrales para su uso en la agri- cultura, con tecnología LiDAR para ins- peccionar infraestructuras, con cámaras termográficas para vigilancia nocturna, con sensores para detectar contami- nación… Así pues, el mismo RPAS se puede emplear para diferentes funcio- nes, lo cual aporta valor agregado a este tipo de aeronaves. Características Tanto en lo militar como en lo civil, los RPAS tienen distintas características: Largo, corto y medio alcance. Peso: desde sólo unos gramos hasta toneladas. Despegue y aterrizaje en pista, vertical, desde catapulta, en paracaídas y en red. Baja, media y gran altitud. Rafael Antonio Padilla Vicepresidente de la Asociación de Aeronaves Remotamente Tripuladas de Colombia (ARTC) Generalidades de los RPAS

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