Segurilatam 011

48 Segundo cuatrimestre 2019 artículo técnico Seguridad Aeroportuaria L a rutina, probablemente el peor enemigo en la gestión de la se- guridad, condiciona nuestras vi- das, nuestros desempeños, nuestras ex- pectativas y objetivos, haciendo que permanezcamos en una ficticia zona de confort donde los hábitos y auto- matismos penalizan la innovación y la necesaria adaptación al transcurso del tiempo y del entorno. La rutina nos convierte en predecibles y ser predeci- bles nos hace vulnerables. Fue el filósofo y escritor español Mi- guel de Unamuno quien acuñó la frase “el progreso consiste en renovarse”, que posteriormente se popularizó en forma de refrán como “renovarse o morir”. Con regularidad, la gestión y necesi- dad del cambio en los procesos de se- guridad se vinculan exclusivamente a la variable del nivel de riesgo y, habitual- mente, en función del análisis sobre he- chos o circunstancias pretéritas que ge- neran acciones reactivas o correctivas y que, necesariamente, desembocan en planes de seguridad poco predictivos en sus coberturas y nada proactivos en sus alcances. Inspección de pasajeros A esta limitación en la eficacia de co- berturas y alcances debe añadirse otro factor concluyente. Y es que, en la in- dispensable labor de confección de es- trategias, uno de los factores determi- nantes es la búsqueda de aliados y, en- tre ellos, el más determinante, el que cuenta con mayor capacidad de apor- tar éxito en esta empresa es, sin lugar a dudas, el pasajero, el usuario del ae- ropuerto. El establecimiento de proce- sos de seguridad implementados a es- paldas del pasajero y que, de manera habitual, este interpreta en su contra, por falta de información, de comunica- ción, nos priva del vínculo social y ge- nera una falta de integración y de res- paldo que debería ser considerada im- prescindible. La incertidumbre ocasionada por tiempos de espera indeterminados e imprevisibles, su afectación a la plani- ficación de la vida laboral y privada, la falta de estandarización en los procesos de inspección y la innegable invasión a la privacidad son, entre otras causas, el motivo por el que la percepción sobre la inspección de pasajeros en los aero- puertos es considerada más un perjui- cio que un servicio encaminado a sal- vaguardar la vida y la integridad de los usuarios de la aviación civil. La percepción es un aspecto funda- mental en la seguridad. No sólo im- porta lo que hacemos, sino cómo lo presentamos, cómo es percibido tanto por aquellos a los que se protege como por aquellos frente a los que se estable- cen las medidas de protección. Cuando somos capaces de transmitir determi- nadas sensaciones, somos capaces de generar disuasión en unos y afinidad y vínculo en otros. Esas imágenes no pueden ser difusas, reiterativas o errá- ticas. Deben ser claras en su conte- nido, precisas en su destino y necesa- riamente innovadoras. La imagen que proyecte la seguridad, si se pretende que sea eficaz, tiene que estar sujeta a la permanente reinvención. Complejidad En este sentido, entiendo recomenda- ble, si no imprescindible, revisar la ima- José Manuel González Gerente de Seguridad del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) Hacia un nuevo concepto de seguridad aeroportuaria “Las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido inyectado el veneno del miedo…del miedo al cambio”. Octavio Paz.

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