Segurilatam 023

artículo técnico Asociaciones calidad de la materia prima. Los mate- riales se han vuelto más ligeros. Y si bien anteriormente solo se podían blindar vehículos de ciertas dimensiones y ca- pacidades, con motores específicos, ac- tualmente se pueden blindar vehículos de cuatro, seis y ocho cilindros. Incluso ya se está trabajando sobre los vehículos híbridos y los eléctricos. En ese sentido, quienes integramos este sector buscamos promover el con- cepto de blindaje de 360 grados para ofrecer una protección más completa de los pasajeros. La idea es que toda la ca- bina quede protegida, de piso a techo, en todas las paredes, incluyendo los postes, los cristales, incluso los asientos. Es decir, las partes opacas y las transparentes. Y hasta los neumáticos si se requiere. Chalecos antibalas Por cierto: si bien los ataques terroristas y los secuestros son la principal razón del aumento de las ventas de vehícu- los blindados en todo el mundo, vale la pena recordar que para preservar la vida humana, la industria del blindaje se ha especializado en diseñar prendas protectoras contra ataques armados a través de los chalecos antibalas. Princi- palmente, son utilizados por las fuerzas del orden, pero también son requeridos por los civiles. Como sector, nos interesaría contar con estadísticas que indicaran cuántas vidas salvan estos chalecos. Así podría- mos confirmar que lo que estamos ha- ciendo está cumpliendo su cometido. Y, además, nos serviría para registrar los daños y efectos causados por una agre- sión con algún arma. Tal información se usaría para aplicar una mejor ingeniería en nuestros productos y desarrollarlos de una forma óptima. Para ilustrar la importancia de este tipo de chalecos para salvar vidas, podemos considerar un estudio realizado en Esta- dos Unidos. Según el informe, 637 agen- tes que recibieron un disparo con arma de fuego en el torso, y portaban chalecos antibalas, registraron un 76% menos de probabilidades de morir que los que no los vestían. Conclusión: si se equipase a to- dos los policías con blindaje se salvarían, al menos, 8,5 vidas por año; un beneficio que es casi el doble del costo. Sin embargo, a pesar de la falta de datos duros que ilustren el panorama de los chalecos blindados en México, los fabricantes de los mismos tienen confianza en que sus productos siguen teniendo demanda y no han recibido al- gún reclamo o devoluciones. Y lo cierto es que un oficial que recibe un disparo que impacte en su chaleco tiene tres ve- ces más probabilidades de sobrevivir a un ataque que sin la protección. Para avalar tal aseveración, de acuer- do con otro informe se encontró que el 29% de los oficiales que vestían cha- lecos cuando recibieron disparos falle- ció. Pero solo una de esas muertes se debió a una falla del chaleco. Los otros decesos se debieron a disparos que gol- pearon al oficial asesinado en áreas del cuerpo que no estaban cubiertas por el chaleco o por un proyectil de arma de fuego que el chaleco no estaba diseña- do para resistir. La tecnología en el desarrollo de los chalecos antibalas también ha alcanza- do un avance significativo. De los 8 kg que pesaba un chaleco 25 años atrás se ha pasado a modelos de 2,8 kg gracias a su materia prima y a diseños más avan- zados que protegen el tórax, los órganos vitales, la espalda y los costados. Y no solamente de un ataque con bala, sino de arma blanca si es una protección adi- cional requerida. Precio justificado Habrá quienes consideren que adquirir un chaleco blindado representa un costo alto. Y más aún blindar un auto. Pero el precio que se paga, en cualquier caso, se justifica. Desde luego, para decidir lo que debemos adquirir se requiere un análisis de riesgos que considere nues- tras actividades, rutas, horarios de en- trada y salida y qué eventos nos podrían afectar y ponernos en riesgo. Se trata de proteger mejor nuestro bien máximo: nuestra vida y la de los nuestros, algo que, al final, no tiene precio. Tercer cuatrimestre 2022 / 75

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