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Segundo cuatrimestre 2016

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artículo técnico

Ciberseguridad

bordo del automóvil y controlar el aire

acondicionado, los frenos o la transmi-

sión del vehículo, una situación que,

en las manos equivocadas, podría ha-

ber creado un accidente mortal. Las

implicaciones de este tipo de ataques

son muy graves tanto para los ciuda-

danos como para las autoridades que

velan por su seguridad.

En definitiva, para poder combatir

la ola de ciberataques a los dispositi-

vos utilizados por operadores de in-

fraestructuras críticas y a los periféri-

cos, los fabricantes y proveedores de

servicios tienen que evaluar los riesgos

emergentes y mejorar drásticamente

la seguridad de los objetos conecta-

dos. Igualmente, los Gobiernos han de

crear un entorno regulatorio seguro

para el desarrollo y la comercialización

de los dispositivos, estrategias de ci-

berseguridad y planes de protección

de infraestructuras críticas. Sólo así se

podrá poner freno a las crecientes ac-

tividades del cibercrimen enfocadas a

perturbar la seguridad y el bienestar

de las personas.

estudio también destaca que “donde

[nos] quedamos cortos es en prevenir

y mitigar los riesgos de la actividad de-

lictiva o maliciosa en el ciberespacio”.

La mayoría de los dispositivos no

han sido diseñados con la seguridad

en mente, y esta falta de seguridad

ha hecho que los objetos conectados

sean uno de los blancos preferidos

por los

hackers

. Un buen ejemplo de

esta vulnerabilidad, y que alarma a los

expertos en ciberseguridad, es la fa-

cilidad con la que se pueden vulnerar

los sistemas conectados de automóvi-

les y aviones, que integran sistemas di-

señados de forma insegura y que ado-

lecen de una falta de sistemas de con-

trol adecuados.

En junio de 2015, esto se vio ilus-

trado cuando dos investigadores de ci-

berseguridad demostraron lo fácil que

es tomar el control de un coche explo-

tando las vulnerabilidades de su sis-

tema audiovisual, el cual estaba co-

nectado a Internet a través de una red

móvil. Durante la simulación pudieron

tomar el mando del ordenador de a

munes como contraseñas débiles, di-

vulgación de credenciales y bajo ni-

vel de autenticación.

La

falta de políticas y procedimien-

tos

de gestión de sistemas, y la au-

sencia de transferencia del conoci-

miento al personal nuevo, tiene un

impacto negativo sobre la ciberse-

guridad de los sistemas de control

industrial.

Conectividad

Otro factor que crea nuevas vulnerabi-

lidades en los sistemas es intrínseco a

la revolución tecnológica que está pro-

tagonizando el siglo XXI, y sin el cual

los negocios y las personas de hoy en

día no pueden sobrevivir: la conectivi-

dad. En los últimos años han aumen-

tado drásticamente la automatización

y la interconexión de los sistemas. Las

ciudades son cada vez más inteligen-

tes y todo, desde el control del tráfico

hasta las cámaras de seguridad, los

edificios inteligentes y la gran mayoría

de los sistemas y datos utilizados por

operadores de infraestructuras críticas

como hospitales, entidades financie-

ras, centrales eléctricas, transportes o

telecomunicaciones, tiene una alta ex-

posición a Internet y depende de dis-

positivos y

software

creados por un

sinfín de actores que priman los be-

neficios económicos por encima de la

seguridad. Aunque esto facilita la vida

de las personas, también abre el ca-

mino para los cibercriminales; de ahí la

importancia de regular y proteger to-

dos los dispositivos conectados.

Actualmente, existen más objetos

conectados a Internet que personas

en el mundo. Esta brecha continuará

creciendo con la expansión de los te-

léfonos inteligentes y el desarrollo y

conexión del Internet de las Cosas. Se-

gún Cisco Inc., en 1984 había 1.000

dispositivos conectados a Internet, un

millón en 1992 y 10.000 millones en

2008. Se espera que para 2020 haya

50.000 millones de objetos conecta-

dos. Según el informe del BID, Latino-

américa es el cuarto mayor mercado

móvil del mundo y la mitad de la po-

blación de sus países usa Internet. El