Durante esta semana, el Ministerio del Interior español lleva a cabo pruebas de evaluación de tecnologías antidrones con el objetivo de reforzar la seguridad aeroportuaria en el país. El objetivo de los ensayos es conocer las diferentes opciones tecnológicas existentes en el mercado y su compatibilidad con los sistemas de navegación aérea.
Colaboración público-privada
Concretamente, los ensayos de seguridad aeroportuaria están teniendo lugar en el aeropuerto de Asturias y a los mismos han sido invitadas 18 empresas del sector. Con estas pruebas se pretende determinar si los sistemas antidrones existentes facilitan proteger el entorno aeroportuario sin interferir en la operatividad del aeropuerto y las aeronaves.
Con el estudio realizado en la infraestructura asturiana se podrá verificar la compatibilidad de las tecnologías antidrones con los sistemas operativos de comunicación, navegación y seguridad del aeródromo. Y también su eficacia a la hora de detectar y neutralizar drones intrusos en un área de 9.000 metros de radio.
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Además de las 18 empresas invitadas, en las pruebas de seguridad aeroportuaria participan centros directivos de los ministerios de Defensa y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, así como técnicos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) y las empresas públicas Aena y Enaire. Y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad están representadas por especialistas de la Policía Nacional, la Guardia Civil, los Mossos d’Esquadra y la Ertzaintza.
Sistema SIGLO-CD antidrones
En la actualidad, los drones se utilizan para numerosos propósitos. Al respecto, pueden ser aliados de la seguridad aeroportuaria. Pero también enemigos si se emplean con fines maliciosos. Para hacer frente al riesgo, la Secretaría de Estado de Seguridad de España ha puesto en marcha el Sistema Global Contra Drones (SIGLO-CD). Se trata de una red de sistemas de detección y neutralización que detecta, identifica y monitoriza los drones más comunes del mercado.
La Policía Nacional y la Guardia Civil ya han desplegado dicho sistema en la ciudad de Madrid, una de las primeras del mundo en disponer de esta tecnología que, hasta la fecha, ha contribuido a detectar y controlar más de 9.000 vuelos de drones.
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