SEGURILATAM 008

Segundo cuatrimestre 2018 101 artículo técnico Opinión componente militar sobre el terreno. Y también a su calidad de personal pre- directivo o de observadora en repre- sentación de las organizaciones inter- nacionales y de los países aliados o como actoras pasivas en la protección de mujeres y niñas. Los antecedentes relevantes fueron las conferencias mundiales sobre la mujer de Ciudad de México (1975), Co- penhague (1980), Nairobi (1985) y Bei- jing (1995), que supusieron todo un proceso de reconocimiento univer- sal de ámbitos clave necesitados de la presencia de la mujer y de la promo- ción de su rol activo en todos los ni- veles. De los 12 ámbitos fundamenta- les señalados en la Declaración y Plata- forma de Acción de Beijing, suscrita de manera unánime por 189 países, me voy a centrar en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones por la mujer para la categoría de la seguridad. Mucho por hacer En este sentido, el artículo 21 de la De- claración Universal de los Derechos Humanos reconoce el derecho de toda persona a participar en el gobierno de su país de forma directa y el derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas. En un nivel de gobierno de la na- ción, la máxima representación del po- der la puede ostentar, según la termi- nología de cada país, el titular de la presidencia de la nación y, seguida- mente, los titulares de los departamen- tos ministeriales. En opinión de quien esto escribe, la seguridad es la espina dorsal que vertebra y da soporte al cuerpo sobre el que se asienta el es- tado de la nación, con una interacción necesaria con otras categorías como las relaciones internacionales, la de- fensa, la potestad punitiva del estado, el ejercicio de la justicia y el transporte, que condiciona la movilidad de las personas, el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes. La cuestión que aquí se plantea es la de considerar la visión de género en relación a la seguridad en términos de decisoras políticas y estrategas, pasar de tener primariamente la posición de ser destinatarias de la protección a de- tentar la autoridad y ejercer el poder mismo de concepción de la alta polí- tica pública de seguridad, diseñar su estrategia y realizar su evolución. Todo ello, con poder real para configurar y nombrar a sus equipos políticos y téc- nicos sin que su elección sea mera- mente simbólica –como si de una di- visa honorífica se tratase–. Con el máximo respeto y conside- ración a los titulares actuales de la Se- cretaría General de la ONU y de la Or- ganización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y a los que les prece- dieron, se aboga para que sendas se- cretarías generales sean ejercidas por mujeres, máxime teniendo presente que en los documentos generados por ambas organizaciones internacio- nales y otras tantas, en su política de promoción de genero destacan las cualidades de las mujeres para la me- diación, la prevención de los conflic- tos al más alto nivel y el logro de ma- yores cotas de seguridad. En la Agenda Global 2030 para el Desarrollo Sostenible, de cara a alcan- zar la igualdad entre los géneros se habla de “velar por la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de lide- razgo a todos los niveles en la adop- ción de decisiones en la vida política, económica y pública”. En la Unión Europea, por ejemplo, en el periodo de vigencia del Pacto Europeo por la Igualdad de Género 2011-2020, que contempla la poten- cialización de la mujer en la vida polí- tica, se ha iniciado el avance y el 1 de noviembre de 2014 la señora Federica Mogherini fue nombrada alta repre- sentante para Asuntos Exteriores y Po- lítica de Seguridad. Por su parte, la Comisión Interame- ricana de Mujeres (CIM), constituida en 1928, fue el primer organismo de carácter intergubernamental en el mundo fundado expresamente para luchar por los derechos civiles y políti- cos de la mujer en el continente ame- ricano. En el escenario iberoamericano, ningún país, y tampoco a nivel mun- dial, concentra de forma simultánea el ejercicio por mujeres de la presiden- cia de la nación y de los departamen- tos ministeriales de relaciones interna- cionales, seguridad interior, defensa, justicia y transportes. Así, queda mu- cho por llevarse a cabo para hacer presente el futuro ya contemplado de forma programática en declaraciones y resoluciones de alcance universal para conseguir la perspectiva de gé- nero en el ejercicio del poder al más alto nivel.

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