Segurilatam 015

Tercer cuatrimestre 2020 37 artículo técnico Infraestructuras críticas materiales normalmente están norma- dos. Pero, en ocasiones, los materiales de construcción de infraestructuras crí- ticas son tan grandes que no caben en un almacén o un sitio cercado. Y por im- posible que a veces parezca, dejarlos sin custodia puede suponer que, al cabo de un día o un fin de semana, desaparez- can. Hay que recordar que el enemigo cuenta con tiempo y recursos ilimitados. Centro de monitoreo Las comunicaciones, o la falta de ellas, generan otro reto. Un centro de con- trol y monitoreo de personas y activi- dades con procesos claros de reporte, donde se tenga claridad sobre los tra- mos en los que se estará trabajando en días y horarios establecidos, puede ser de gran utilidad. Especialmente, en zo- nas donde no hay cobertura celular. Aunque las personas tengan un mo- nitoreo GPS, sabemos que el factor hu- mano puede intervenir. Y justo el día en que una persona tiene una emergencia, olvidó el GPS. O como no es de uso co- mún, el teléfono satelital no tiene batería. Ante estos escenarios, lo mejor es tener un sistema de check-in , cuando se sale al campo o se entra en una zona de nula cobertura, para estable- cer una ventana máxima de reporte. Así, si un equipo no se reporta en un periodo establecido habrá un tercero que active un operativo de verificación y atención de emergencias desde el centro de monitoreo. Este centro de monitoreo también debe hacer llegar alertas al personal en campo, ya sea para que permanezca en los lugares donde se encuentre o para evacuar y llegar al campamento. No solo por temas de posibles actos de violen- cia, sino también por cierres de carrete- ras, condiciones climáticas o cualquier agente perturbador que pueda significar una amenaza para las personas. Lo mencionado es solo una pincelada de todos los temas a considerar. Sin em- bargo, la intención de estas líneas es ad- vertir que las infraestructuras críticas, mucho antes de que existan y operen, implican un tratamiento del riesgo es- pecializado y diferenciado. de los involucrados no son del lugar y no tienen conocimientos de los usos y costumbres de la zona. Por ello, se les deberán facilitar reglas claras de com- portamiento en las que se indique el riesgo que implica el incumplimiento. Y en colaboración con las áreas de Re- cursos Humanos se pueden imponer sanciones laborales para los trabajado- res que, con su conducta, pongan en riesgo al colectivo en sitio. Los vehículos son otro tema a con- siderar. Los mismos tendrán que es- tar identificados y ser homogéneos de acuerdo al tipo de camioneta de menor incidencia de robo en la zona. En algu- nos lugares, las camionetas pequeñas y de transmisión manual son menos atractivas. Pero en otros tienen una alta incidencia de robo, por lo que se reco- mienda estudiar con cuidado este tema en particular. Horarios y material Los horarios y caminos de desplaza- miento, el amanecer y el atardecer, las estaciones del año y el horario de verano también influyen. Estos factores deben ser considerados y plasmados con cla- ridad, ya que en el hemisferio norte no se tiene la misma luz solar a las seis de la tarde en invierno que en verano. Los campamentos de obra, las medi- das de seguridad física y tecnológica, el perímetro externo o los almacenes de de delincuencia organizada pueden te- ner presencia hegemónica en esos te- rritorios y que los elementos tradicio- nales de reducción de vulnerabilidades no aplican. ¿De qué nos sirve un botón de pá- nico si la autoridad que puede acudir en nuestra ayuda se encuentra a más de media hora de camino por terrace- ría? O también, ¿de qué nos sirve un ve- hículo blindado en una zona de dunas o un escolta armado contra todo un grupo armado? Personas y vehículos Ante estos escenarios, lo que nos puede ayudar es tener procesos cla- ros, una comunicación directa de los mismos, entrenamiento y supervisión constante de las personas. Después de analizar los riesgos de seguridad du- rante el proceso de construcciones se deben definir reglas claras y estánda- res sobre la forma en que las personas deberán vestirse, cómo irán uniforma- das, qué accesorios o colores no po- drán usarse… Al respecto, en algunos casos el uso de uniformes que puedan ser confundidos con los usados por las autoridades, o el uso de gorras o lentes, puede incrementar el riesgo. Los hábitos de las personas que son parte del proyecto es otro aspecto a te- ner en cuenta. Normalmente, cuando hablamos de campamentos, muchos

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