Segurilatam 015

Tercer cuatrimestre 2020 39 artículo técnico Infraestructuras críticas profesional. El comportamiento del vi- rus es tan impredecible como el futuro de los estragos que genere a la huma- nidad. No sobrevira el más fuerte ni el más inteligente, solo aquellos que ten- gan la capacidad de adaptarse a la pre- sencia del virus saldrán victoriosos de esta pandemia. La COVID-19 llegó para quedarse y tendremos que aprender a convivir con la infección y el impacto que nos he- rede a esta generación. No es la pri- mera pandemia que azota a la humani- dad. Tampoco será la primera crisis eco- nómica. Pero sí será la primera vez que tengamos la oportunidad de tener la dispersión del conocimiento y los avan- ces a través de las nuevas tecnologías, lo cual tendría que tener un impacto positivo para que tanto la prevalencia como la mortalidad disminuyan. Visión colectiva En este escenario de absoluta incerti- dumbre, en el que la subjetividad de los pronósticos es difícil de aterrizar en me- didas concretas o planes de prevención realistas y ajustados, ni siquiera, al fu- turo más inmediato, considerar la afec- tación a la continuidad de los procesos de protección en las infraestructuras crí- ticas es tarea fácil. Pero con todas sus di- ficultades, es una necesidad tan ineludi- ble como urgente. No se trata de garantizar ingresos, pa- trimonio o beneficios de intereses par- ticulares. Aunque la mayoría de las in- fraestructuras críticas son operadas por empresas privadas, las medidas enca- minadas a proteger su continuidad de- ben defender las actividades e instala- ciones que constituyen la columna ver- tebral de los servicios esenciales para la sociedad. Además, esta nueva situación incide en la necesidad de una visión co- lectiva, amplia e integrada a la hora de establecer medidas, soluciones o pro- gramas. De poco sirven los planes cen- trados en la protección de un sector, de una instalación concreta o una activi- dad determinada. La interacción entre las distintas ac- tividades conlleva que cualquiera de ellas precisará de todas las demás, de los servicios de comunicaciones, del suministro de energía o de agua, de los medios de transporte, de las ins- talaciones sanitarias… Y, por tanto, la afectación de alguna de ellas colocará en una situación de grave riesgo aña- dido a todas las demás. Protección de plantillas Aun siendo obvio, es recomendable re- cordar en todo momento que la CO- VID-19 no afecta de manera directa a las infraestructuras, a los sistemas, las insta- laciones o los procesos; afecta a las per- sonas. Por lo tanto, la protección a las personas es una prioridad absoluta en los procedimientos preventivos a desa- rrollar e implementar. Aquellas infraestructuras que inclu- yen en su actividad el trato al público, difícilmente serán capaces de cuidar a sus usuarios si no son capaces de prote- ger a sus propios equipos. En cualquier caso, y para cualquier actividad, resul- tará difícil mantener la continuidad en la operación para aquellos que no lo- gren alcanzar estándares de salud en sus plantillas (cumplimiento práctico y estricto de los planes sanitarios con la dotación de medios adecuados). Y que en el caso de la seguridad de la aviación civil en México debe partir del estricto cumplimiento de las circulares obliga- torias CO SA-09.1/13, “que establece el Plan de Emergencia de la Aviación Ci- vil ante eventos de importancia en Sa- lud Pública”, y CO SA-17.18/20, de “direc- trices para la aplicación de medidas de contingencia de seguridad de la avia- ción durante la pandemia de COVID-19”. Con todo, la única medida real con- trastada de contención que se tiene hasta hoy es el uso correcto de la mas- carilla. Añadido a esto, el aseo constante de manos, el uso de gel antibacterial, los productos sanitizantes y la ventilación de espacios cerrados son las medidas bási- cas para la contención del virus. Asimismo, hay que tener en conside- ración que existe hasta un 80% de per- sonas que son casos asintomáticos pero que sí son capaces de contagiar a otras. Principalmente, las cadenas de contagio son por actividades de riesgo de tra- bajo, que te colocan en una exposición directa, o por actividades individuales en las que se vulnera tanto la autosegu- ridad como los eventos sociales. Planes de protección Teniendo en cuenta lo anterior, la pro- tección de plantillas constituye el punto de partida necesario dentro del plan de protección específico para esta con- tingencia. Estos planes deberían con- tar con el asesoramiento y la supervi- sión de servicios médicos especializa- dos. Y tendrían que incluir, al menos, las siguientes fases: Fase A: identificación de casos. Identificar entre el personal de seguridad a aquellos miembros del equipo (interno o externo) que pudiesen presentar co-

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