Javier Oliva Posada
Javier Oliva Posada Profesor e investigador Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)

El resguardo de la infraestructura crítica

Para Javier Oliva Posada (Universidad Nacional Autónoma de México), invertir en seguridad en las obras de infraestructura y servicios críticos no es un lujo ni mucho menos. Es una indispensable prioridad.

Un operario maneja su tablet junto a una refinería de petróleo

Un operario maneja su ‘tablet’ junto a una refinería de petróleo.

En una etapa donde el desarrollo de las sociedades se garantiza mediante la aplicación de medidas pertinentes para facilitar sus actividades cotidianas y productivas, el adecuado funcionamiento de las así consideradas obras y servicios de infraestructura crítica es una de las mejores garantías para el adecuado funcionamiento de la democracia. En efecto, la relación democracia-resguardo de infraestructura y servicios de carácter crítico es sustancial para el Estado contemporáneo.

Servicios críticos

El suministro regular de agua potable, la disposición de alimentos, los servicios de Internet (bancarios, pagos, notificaciones, redes digitales de comunicación), carreteras, puertos marítimos, aeropuertos, instalaciones militares, refinerías, plantas generadoras de energía eléctrica, oficinas gubernamentales (algunas), por mencionar las obras y servicios críticos más conocidos, representan, en su adecuado y cotidiano funcionamiento, la garantía tanto del Estado de derecho como del proceso productivo para la consolidación de los intereses nacionales.

También debemos considerar obras y servicios de infraestructura crítica de carácter privado, como son también las plantas productoras de energía eléctrica, gas y derivados del petróleo, así como cierto tipo de fábricas, como las que utilizan explosivos o materiales radioactivos.

Dadas las condiciones de nuestros años, en donde la proliferación de antagonismos e incidentes han aumentado sus capacidades para afectar, alterar o vulnerar el funcionamiento de las actividades diarias de las sociedades, es que se vuelve indispensable contar con los recursos tecnológicos y de especialización del factor humano para prever, y llegado el caso neutralizar, la manifestación de cualquier variable que pudiera, en efecto, interrumpir de alguna forma la certeza de un presente y futuro inmediato seguro.

Por otra parte, no se trata solamente de la seguridad y estabilidad en la vida cotidiana, sino de algo tal igual de relevante como contribuir a que la confianza en el desarrollo pacífico y armónico sea parte central en la planeación para la obtención de las metas que cada ciudadana y ciudadano se planteen.

Por lo que la visión predominante, respecto de que el resguardo de las obras y servicios de carácter crítico, se limita a la utilización de los recursos tecnológicos, no es sino la base sustancial para la cabal comprensión de la utilidad de los mismos en la planeación del desarrollo nacional. De allí que el análisis holístico de los recursos disponibles para, por ejemplo, el adecuado y eficiente funcionamiento de sistemas colectivos de transporte público, en donde millones de personas lo utilizan para desplazarse a sus trabajos o cualquier otro destino, convierten a la Ciudad de México o cualquier otra del mundo en una infraestructura crítica.

Ejemplos de afectación

Varios pueden ser los ejemplos ahora considerados en las áreas y sectores de la defensa, dimensiones de la seguridad y la inteligencia en cuanto la convergencia de servicios para atender la independencia, libertad y soberanía de la nación mexicana. Pues, mucho más allá de la retórica, disponer de los recursos necesarios para fortalecerles garantizan la viabilidad de México como un actor y protagonista de primer orden en el equilibrio de los intereses internacionales y geopolíticos.

Casos como la migración forzada, que pueden afectar condiciones como el libre tránsito (sin que ese sea su objetivo, desde luego), pero dada la cantidad de integrantes de las llamadas caravanas, reclama de las autoridades locales y federales una actuación apropiada en donde los derechos humanos y la integridad física de los migrantes sean las absolutas y fundamentales prioridades.

Este tipo de acontecimientos, que desde una visión convencional respecto de lo que significa “la obra de infraestructura”, además de su resguardo como ya se ha señalado, implica, sobre todo, su preservación. Es decir, procurar tomar las medidas pertinentes para procesar aquellas variables que en su manifestación no sea el objetivo específico dañar dicha obra o servicio crítico, pero que en su decurso sí puede llegar a trastocar su integridad y funcionamiento.

De nueva cuenta, por eso se hace sustancial que tanto la tecnología como el factor humano, capacitado para tan sensibles misiones, atiendan las exigencias de una creciente complejidad en cuanto a las interacciones que diversos factores que, al presentarse de manera simultánea, incrementan sus posibilidades de afectación. Allí están los fenómenos meteorológicos; por ejemplo, en una inundación, las presas pueden romperse, dañando gravemente el patrimonio y, más importante aún, amenazando la vida de miles de personas.

Prevención y decisiones

Por lo tanto, el sistemático monitoreo de las condiciones cotidianas de funcionamiento permite detectar a tiempo disfunciones, defectos o anomalías para así dar mantenimiento adecuado. Sin duda, la prevención en este tipo de acciones resulta mucho más eficiente que tratar corregir una vez que se ha evidenciado la falla, pues, en las obras de infraestructura y servicios de carácter crítico, una falla puede conducir, como ha sucedido en una gran cantidad de casos en varias partes del mundo, a crisis sociales y políticas. Incluso han llevado a la renuncia de dirigentes políticos y múltiples cambios de funcionarios.

Este otro vector de análisis, que aquí sólo se enuncia, es decir, la relación que se establece entre la estabilidad política y el adecuado funcionamiento de las obras y servicios de infraestructura crítica, es algo que los tomadores de decisiones de las oficinas gubernamentales deben tomar muy en serio. No solo porque se trate de la permanencia de un determinado proyecto y grupo en el poder, sino por las afectaciones al desarrollo nacional. Este, como sabemos, solo prospera en condiciones de paz y estabilidad. A su vez, el desarrollo con justicia social aporta los elementos para que la convivencia social sea la norma y no la excepción.

Indispensable prioridad

Así las cosas, valorar las condiciones de estabilidad en su funcionamiento hace de las obras y servicios de carácter crítico un baluarte de la democracia; contar con el acceso a los servicios que hoy aporta la tecnología es mucho más que una mera inversión. Se trata, en pocas palabras, de fortalecer el sistema democrático que en México nos hemos dado. Para nuestro caso y por la naturaleza geopolítica del país, invertir en seguridad en las obras de infraestructura y servicios críticos no es un lujo ni mucho menos. Es una indispensable prioridad.