Julio César Jiménez González jefe de Seguridad Corporativo de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP)
Julio César Jiménez González Jefe de Seguridad Corporativo Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP)

Seguridad en el transporte

El capital humano en la seguridad de la aviación civil

Julio César Jiménez González, jefe de Seguridad Corporativo de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), ensalza la labor que realiza el personal de seguridad en los aeropuertos y explica cómo debe consolidarse su actuar.

un vigilante de seguridad privada a pie de pista junto a un avión

Poseedor de destrezas y habilidades, el personal de seguridad también tiene capacidad para solucionar necesidades y problemas.

Al hablar de la seguridad de la aviación civil debemos enfocarnos en todos sus ángulos, en la legalidad de todos sus procesos con el cumplimiento de las normas internacionales y leyes nacionales, en la protección de personas e infraestructuras como resultado de la evaluación de amenazas y gestión de los riesgos. Pero, sobre todo, en su capital humano, en el personal de seguridad que canaliza sus esfuerzos para que todo aquel que transita por un aeropuerto o instalación aeronáutica, aborde o no una aeronave, regrese con bien al lado de los suyos.

Diseño de las medidas

La regulación en seguridad de la aviación civil se integra por las normas internacionales de obligado cumplimiento a todas las naciones firmantes del Convenio sobre Aviación Civil Internacional, desarrollando en su quehacer legislativo las leyes y reglamentos que trazan la ruta a seguir, creándose, en consecuencia, las normas tendientes a la protección contra los actos de interferencia ilícita. Un andamiaje legal que cimenta, unido a la gestión de los riesgos, las medidas y procedimientos que habrán de adoptarse y plasmarse en los programas de seguridad que establecen el actuar de las personas involucradas directa o indirectamente en la materia.

Sumado al aspecto normativo, el desarrollo de medios técnicos y de servicios e instalaciones adecuadas para la correcta aplicación de las medidas y procedimientos de seguridad permiten a los actores contar con procesos eficaces para la detección de artículos prohibidos. Y también la salvaguarda de las zonas restringidas, de seguridad y estériles, incluida la protección de zonas de libre acceso, que aunado a la automatización de los procesos, tienen un impacto cada vez mayor en la protección y satisfacción de los pasajeros y usuarios de los aeropuertos y del transporte aéreo.

Personal de seguridad

Al personal de seguridad de la aviación civil, instituido como capital humano del proceso, responsable del diseño e implementación de las medidas y procedimientos plasmados en los programas y manuales de seguridad de obligado cumplimiento, y de la operación eficaz de los medios técnicos, se le debe analizar desde una perspectiva más holística.

Por un lado tenemos al personal de élite, involucrado en la confección de los procesos y en la elaboración de los programas de seguridad, así como en la vigilancia de su aplicación a través de las actividades de seguimiento y control. Por otra parte, al personal operativo, al elemento de seguridad sobre el que recae la responsabilidad de concretar esos procesos, induciéndolos desde su arista más elemental, instituyéndose de este modo en base piramidal del sistema.

Hablamos de un grupo de personas que encontramos en los aeropuertos y en los recintos de instalaciones de aviación civil, revisando a los pasajeros y sus pertenencias en los puestos de inspección de pasajeros, patrullando en las vialidades y ambulatorios de las terminales, en el perímetro aeroportuario e instalaciones críticas dentro y fuera de los aeropuertos, confinados en los sistemas automatizados de inspección del equipaje documentado o tras un monitor en los centros de operación de seguridad. En definitiva, un personal poseedor de destrezas y habilidades y de la capacidad, producto de la experiencia, para solucionar necesidades y problemas.

personal de seguridad de la aviación civil realiza un control a una pasajera en un aeropuerto
Entre otros enclaves estratégicos, el personal de seguridad aeroportuaria se encuentra en los puestos de inspección de pasajeros.

Mujeres y hombres que cada día, en el cumplimiento de su trabajo, se enfrentan a la intolerancia de los externos. Los que van de paso y desconociendo la regulación se sienten agredidos ante el actuar de aquellos. Pero, lo que es más grave, padeciendo la intransigencia de la propia comunidad, de los que con conocimiento del deber, en muchas ocasiones, se muestran muy poco sensibles al trabajo de sus compañeros, exigiendo respeto al suyo, pero no respetando el trabajo de aquellos. Y más serio aún, cuando se trata de un representante de la autoridad, del funcionario que al creer poseer patente de corso y considerar tener mayores privilegios, incumple la norma. Afortunadamente, son más los que, respetando el trabajo del personal de seguridad, se apegan cabalmente a los procesos establecidos.

Desde luego, queda mucha labor por delante para sensibilizar a las personas, pasajeros y usuarios de los aeropuertos, así como al personal que labora en estos. Sin embargo, ante qué escenario estamos cuando percibimos que es el personal de seguridad el que carece de esa consciencia, de esa escrupulosidad en el desempeño de sus funciones. En pocas palabras, del deber ser.

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Si deseas leer el artículo completo de Julio César Jiménez González, lo encontrarás en el número 21 de Segurilatam.

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