La Policía Nacional de Colombia aportará 650 uniformados para reforzar la seguridad en Bogotá. Se trata de 500 efectivos, que ya se dedicaron a proteger la capital del país durante la temporada de fin de año, y otros 150 agentes especializados en diversas áreas. Así se acordó en el Consejo de Seguridad celebrado en la Alcaldía Mayor de Bogotá, donde se discutieron estrategias cruciales para mantener la paz y la convivencia.
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En este sentido, el alcalde bogotano, Carlos Fernando Galán, resaltó la importancia de la colaboración entre las autoridades distritales y el gobierno nacional. Y confirmó que los 150 policías especializados se enfocarán en tareas de inteligencia, investigación judicial y combate a la extorsión y el secuestro, así como en el respaldo a la Policía de Infancia y Adolescencia y la promoción del turismo.
Medidas adicionales del Consejo de Seguridad
Igualmente, durante la reunión se acordaron diversas acciones estratégicas para fortalecer la seguridad en la ciudad de Bogotá. Una de las principales medidas que confirmó Iván Velásquez, ministro de Defensa, fue el aumento inminente en las fuerzas militares y la Policía Nacional de Colombia con la llegada de 50 miembros de la DIPOL, 50 de investigación de la DIJIN y SIJIN, 30 del Gaula y 20 de la seccional de protección para ilícitos vinculados a niños, niñas y adolescentes.
Del mismo modo, el ministro reafirmó la permanencia de los 500 uniformados que reforzaron la seguridad durante las festividades de fin de año, sumando otros 150 de diferentes especialidades. En este contexto, se proyecta que la policía metropolitana de Bogotá cuente con 17.390 efectivos para febrero.
Además, durante la reunión se anunció la entrega de 100 nuevos captadores biométricos en las próximas semanas, fortaleciendo las capacidades de identificación.
Por último, se abordó la situación de las 494 personas detenidas en estaciones de policía. Y se convino que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) colaborará con la Policía Nacional de Colombia para trasladar a estos individuos a centros de reclusión definidos. Adicionalmente, se acordó la asignación de un terreno en las inmediaciones de la cárcel La Picota para la construcción de una segunda fase del centro penitenciario distrital, contribuyendo a descongestionar las estaciones de policía.
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