Vanessa Cure Anturi Directora ejecutivaAsociación Colombiana de Seguridad (Asosec)

Vanessa Cure Anturi (Asosec): “Las tareas de la mujer en la seguridad privada van en aumento”

Vanessa Cure Anturi directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Seguridad Asosec

Vanessa Cure Anturi, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Seguridad (Asosec).

La directora ejecutiva de la asociación colombiana Asosec considera que “la industria de la vigilancia y seguridad privada pasó de ser exclusivamente masculina a requerir la presencia femenina para seguir creciendo”. Y observa que “uno de los principales retos de las mujeres del sector es seguir ganando espacios en los cargos operativos y gerenciales”.

Con motivo del Día Internacional de la Mujer 2022, Segurilatam ofrece a sus lectores una serie de entrevistas a protagonistas destacadas del sector de la seguridad latinoamericano. Entre ellas se encuentra Vanessa Cure Anturi, directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de Seguridad (Asosec).

¿Cómo ha sido la trayectoria de Vanessa Cure Anturi en el sector de la vigilancia y seguridad privada colombiano? ¿Está satisfecha de los logros conseguidos?

Llegué al sector hace seis años como directora ejecutiva de Asosec, una de las asociaciones de empresas de vigilancia y seguridad privada más representativas del país y la principal de la costa norte colombiana. En Asosec he liderado y representado a los empresarios del sector en todas sus actividades.

Durante años, he trabajado de la mano de la junta directiva de Asosec, cuyos integrantes han depositado su confianza en mí para desarrollar varios proyectos que impulsan el fortalecimiento del sector. Algunos se han enfocado en el área comercial, otros en la parte social… Y también se han desarrollado propuestas que impacten positivamente en la legislación que afecta al sector.

De este modo, he dirigido y coordinado la celebración del Día del Guarda de Seguridad, como históricamente se ha nombrado desde Asosec. Además, en 2018, el Congreso de la República decretó el 26 de noviembre como Día Nacional de la Vigilancia y Seguridad Privada. En los últimos cinco años, para tan señaladas fechas, he tenido el honor de exaltar la labor de más de 500 guardas que le ponen el alma, entrega y compromiso al cumplimiento de su deber.

Asimismo, he dirigido y coordinado algunos de los eventos académicos más importantes del sector como congresos, conversatorios y simposios, logrando convocar a los empresarios del país, generando conocimiento en ellos y dando a conocer las tendencias que enfrenta el sector desde la academia.

De igual manera, he gestionado proyectos con un alto contenido de responsabilidad social. Entre ellos, uno de los más gratificantes estuvo enfocado en la inserción laboral de población vulnerable a nuestro sector en el departamento del Atlántico, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de los atlanticenses. En él se formó tanto a personal masculino como femenino, que continúa siendo parte activa de los trabajadores del sector.

“A las mujeres que deseen trabajar en el sector de la vigilancia y seguridad privada les recomiendo que se eduquen, capaciten y profesionalicen”

Tradicionalmente, en el sector de la vigilancia y seguridad privada han predominado los hombres. ¿Dicha tendencia ha cambiado en los últimos años? ¿Cada vez hay más presencia de mujeres o, en este sentido, queda camino por recorrer?

En Colombia, las tareas de la mujer en la seguridad privada van en aumento y ocupamos roles en todos los niveles jerárquicos. De acuerdo a las estadísticas presentadas por la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada (Supervigilancia), la participación de las mujeres en cargos operativos, como vigilantes y operadoras de medios tecnológicos, representa alrededor del 12% frente al total nacional.

Y en los cargos de mayor nivel jerárquico encontramos vicepresidentas, directoras, gerentes, coordinadoras y líderes. Profesionales que, además, cumplen con sus roles de madres, esposas, hijas y estudiantes sin descuidar la labor que nos permite sentirnos seguros en la sociedad.

Con el amor, vocación al servicio y pasión que la mujer colombiana le pone a las actividades que desempeña, logra resultados excelentes. Demuestra que, para nosotras, el sector de la vigilancia y seguridad privada no es un reto que nos quede grande y que esta industria pasó de ser exclusivamente masculina a requerir la presencia femenina para seguir creciendo.

Bajo el punto de vista de Vanessa Cure Anturi, ¿cuáles serán, a corto y medio plazo, los principales retos de las mujeres del sector de la vigilancia y seguridad privada colombiano?

A corto plazo, uno de los retos de las mujeres del sector es seguir ganando espacios en los cargos operativos y gerenciales. Aunque a lo largo de la historia se nos ha considerado el sexo débil, no es el calificativo que representa a la mujer trabajadora que día a día muestra su valía en los cargos desempeñados.

A mediano plazo, fortalecer y visibilizar los procesos que lideran las mujeres para impulsar el sector. Y también generar espacios para formar equipos y trabajar unidas con el fin de robustecer las posibles soluciones y desarrollar las estrategias que permitan adaptarnos a los tiempos de constantes cambios que vivimos.

Para finalizar, ¿qué consejo les daría Vanessa Cure Anturi a las mujeres que desean trabajar en el sector de la vigilancia y seguridad privada?

Estoy convencida de que la herramienta con la que se logra impactar positivamente en cualquier sector de la economía es la educación. Por ello, mi consejo es educarse, capacitarse y profesionalizarse, sentando las bases para su dignificación, dado que con el conocimiento se logra el crecimiento personal y profesional.

¿Qué representa el Día Internacional de la Mujer para Vanessa Cure Anturi?

El 8 de marzo es una conmemoración a la mujer por su lucha histórica por la igualdad, el derecho al voto, una mayor participación y los pagos justos por las tareas desempeñadas, logrando su concurso activo en la sociedad.

Esto costó muchas vidas, dado que implicó enfrentamientos con hombres poderosos que despreciaban las tareas realizas por ellas. Así fue como 129 mujeres perdieron la vida cuando el 8 de marzo de 1908, en la fábrica textil Cotton de Nueva York (EEUU), se encontraban en huelga exigiendo derechos de equidad frente a los hombres. Más tarde, en 1975, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) decretó el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en conmemoración de las empleadas caídas en la huelga de principios del siglo XX.