José Saavedra Presidente de Empresas Colombianas de Seguridad (ECOS)
José Saavedra Presidente Empresas Colombianas de Seguridad (ECOS)

El guarda de seguridad: un rol imprescindible

Artículo de José Saavedra, presidente de la agremiación Empresas Colombianas de Seguridad Privada (ECOS), sobre la figura del guarda de seguridad, un profesional que “siempre está ahí velando por nuestra seguridad”.

guarda de seguridad privada con mascarilla

Los guardas de seguridad privada han desempeñado una labor esencial durante la pandemia.

Con motivo del Día del Guarda de Seguridad 2021, en calidad de presidente de Empresas Colombianas de Seguridad Privada (ECOS), comparto estas líneas con los profesionales de la seguridad de Colombia y los lectores de Segurilatam.

La seguridad, una necesidad

Es propio de la naturaleza de los seres humanos procurar su supervivencia y protección contra toda clase de amenazas, recurriendo para ello a diferentes elementos que les brinden seguridad.

De acuerdo con el psicólogo estadounidense Abraham Maslow, la seguridad es una de las necesidades fundamentales de las personas, apenas superada en prioridad e importancia por las básicas de la subsistencia como el alimento y el abrigo.

En aquellas situaciones en las que las personas sentimos que no nos podemos proteger por nuestra propia cuenta, que es justo lo que ocurre en las sociedades modernas, luce evidente el recurrir a terceros expertos para que velen por nuestra protección y seguridad.

Este es justo el origen de los ejércitos y de las fuerzas de policía en todas las épocas de la historia, diseñados para proteger a los estados o a los mismos habitantes de una geografía de las invasiones de extraños o de la propia delincuencia. Bajo esta misma premisa nace en algún momento otro tipo de organizaciones, de tipo privado, destinadas a cubrir esas necesidades sobre las que las fuerzas del estado no alcanzan a tener cobertura. Se trata de las empresas de seguridad privada.

En ellas, por supuesto, el componente fundamental también es el hombre. En este caso, el que hoy conocemos como guarda de seguridad.

El guarda de seguridad

Desde su aparición, este hombre tuvo la misión de proteger un espacio geográfico, tal como una bodega, una industria, una instalación… También vigilar algún objeto en particular para que la delincuencia no lo tomara: un vehículo, unas herramientas, un dinero, unas joyas, etc. Y, de igual manera, la protección o acompañamiento a alguien que considerara que tenía un riesgo sobre su propia seguridad.

Hoy en día, los guardas de seguridad que conforman las empresas de seguridad privada a nivel mundial se desempeñan en tareas similares, aunque cada vez más retadoras por la modernización de las infraestructuras, los cambios sociales y la sofisticación de la delincuencia.

Su presencia se ha vuelto una constante y, en general, sentimos que son imprescindibles en nuestra vida diaria. Así, a veces no seamos tan conscientes de que están ahí. Es difícil imaginar comprar un apartamento en un conjunto residencial sin vigilancia o entrar a un centro comercial, un hospital o una universidad sin este tipo de servicios. Se estima que en dos de cada tres lugares a los que ingresa una persona en el transcurso de su día, hay vigilantes.

Ser guarda de seguridad es un oficio de 24 horas al día durante los 7 días de la semana. Y se necesita en una inmensa cantidad de lugares. En Colombia, por ejemplo, se requiere un gran número de personas dedicadas a esta noble actividad para cubrir las necesidades de tantos sectores económicos en toda la geografía del país. Se calcula que en Colombia hay cerca de 400.000 guardas de seguridad, cifra impresionante en proporción a la población colombiana, lo que demuestra también la gran cantidad de familias que dependen económicamente de esta actividad.

Desempeño durante la pandemia

Es tan relevante y necesaria la presencia del vigilante en la vida de nuestras sociedades actuales que en todo el mundo, en medio de la pandemia de la COVID-19, aunque supimos de la pérdida de millones de puestos de trabajo en todas las industrias, los guardas de seguridad, en general, siguieron desempeñando su labor.

Justo en todo este tipo, incluso su trabajo cobró aun mayor importancia, pues las plantas de las empresas, los espacios comerciales, las entidades educativas y todo tipo de instituciones tuvieron que cerrar sus puertas como medida para evitar la propagación de la enfermedad. Y estas quedaron a cargo únicamente de los equipos humanos y tecnológicos encargados de la vigilancia.

Hace algunos meses, vimos en las noticias cómo se aplaudía al personal médico que seguía yendo a diario a salvar vidas en los hospitales. Pero también vimos en los medios y en nuestros propios barrios y conjuntos residenciales cómo las comunidades reconocían y agradecían el trabajo de estas personas que mantuvieron su presencia y compromiso con el cuidado de aquello que les ha sido encomendado.

¿Qué es lo que realmente hace un guarda?

Tal vez muchos desconozcamos todo lo que debe hacer un guarda de seguridad en su labor diaria. Pero lo cierto es que sus funciones van mucho más allá de custodiar una puerta o vigilar que desconocidos entren a propiedades privadas.

Mientras el guarda está normalmente en la puerta de un conjunto residencial, una universidad, un edificio comercial o un parque empresarial, está cumpliendo funciones específicas y siguiendo instrucciones a partir de procesos y protocolos que se establecen a partir de las empresas donde trabajan:

  • Determinan qué personas ingresan o salen de un determinado lugar siguiendo los protocolos de identificación, validación y registro.
  • Revisan y documentan el ingreso y salida de objetos claves al espacio que están protegiendo.
  • Reaccionan en caso de intentos de ataques delincuenciales.
  • Aportan en la mitigación de los riesgos en diversos tipos de emergencias.
  • Actúan como informadores y participan de la generación de experiencias de servicio a los usuarios.

¿Quiénes son los guardas de seguridad?

El oficio de guarda de seguridad en Colombia está asociado a personas que ingresan al mercado laboral o que, al no contar con estudios técnicos o profesionales, buscan una oportunidad en un ejercicio que no los requiera. Existe un nivel de formación necesario para ser guarda, pero es de corto tiempo y costo asequible. Con el paso del tiempo, al tener experiencia en este sector, es en el que más se les facilita volver a conseguir trabajo. Y por ello continúan pasando de una empresa a otra adquiriendo más experiencia y, en ocasiones, pasando a roles diferentes dentro de los equipos de seguridad.

Hay miles de historias de hombres y mujeres orgullosos que dedican su vida profesional al servicio de los demás a través del oficio de ser vigilante.

Ser guarda de seguridad no es fácil. Los turnos de 12 horas, permitidos por la ley, los trasnochos, estar lejos de la familia en fechas especiales y, por supuesto, el riesgo inherente a la actividad, hacen que esta no sea para todo el mundo. Una característica común entre quienes permanecen trabajando por mucho tiempo como guardas y quienes mejor desempeño tienen en las evaluaciones que clientes y empresas hacen es que tienen una buena disposición a servir.

A la luz de este análisis, el éxito profesional de un guarda de seguridad no se basa únicamente en su fuerza física ni en su habilidad para desarmar delincuentes. Además, está la capacidad de cumplir de manera efectiva los protocolos y consignas que su puesto exija, tener la disposición a prestar servicio, a ser amable, a saludar, a ser empático, con capacidad de escucha y sinceramente interesado en el bienestar de las personas.

Las empresas importantes han detectado que buscar y reclutar a este tipo de personas a través de sus procesos de selección es una muy buena medida para mejorar la percepción de calidad de servicio que tienen sus clientes actuales. Es así como el guarda de seguridad apropiado se convierte en la variable clave para determinar cuál es la empresa de seguridad apropiada para contratar y para quedarse protegiendo aquello que para cada uno es lo más importante.

Sea este espacio el indicado para dar un aplauso al unísono a todos los guardas de nuestro país por su dedicación y vocación. Y por estar siempre ahí velando por nuestra seguridad.