Tradicionalmente, la violencia ha sido física. Y se ha relacionado con individuos que, dejándose llevar por la ira, actúan con ímpetu y fuerza. Pero la irrupción de Internet y del ciberespacio dio lugar a una violencia digital no exenta de riesgos que pueden afectar muy negativamente a quienes padecen sus consecuencias. De ahí la importancia, advierten los expertos, de tener claro qué es la violencia cibernética, qué tipos hay y cómo podría repercutirnos.
¿Qué es la violencia digital?
En cuanto a qué es la violencia digital, el Infoem mexicano, órgano garante del derecho de acceso a la información pública y la protección de los datos personales, la define así:
- La ciberviolencia es toda acción dolosa, llevada a cabo mediante el uso de tecnologías de la información y la comunicación (TIC), por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmita, comercialice, oferte, intercambie o comparta imágenes, audios o vídeos reales o simulados de contenido íntimo sexual de una persona sin su consentimiento, aprobación y autorización. Y que le cause daño psicológico o emocional en cualquier ámbito de su vida privada o en su imagen propia.
- De igual manera, la violencia cibernética son aquellos actos dolosos que se cometen por medio de las TIC y causan daño a la intimidad, privacidad y/o dignidad de las mujeres.
Por su parte, la plataforma virtual de comunicación inclusiva MODII observa que la violencia digital es:
- Toda acción que se realiza en medios digitales con la intención de hacer daño o causar sufrimiento.
- Generalmente, se practica mediante aplicaciones de mensajería instantánea, redes sociales, foros o salas de chat por Internet, correo electrónico o comunidades de juego.
¿Qué daños causa la ciberviolencia?
Por lo que respecta a las consecuencias de la violencia cibernética, Infoem hace referencia a daños emocionales y psicológicos. Y también a los relacionados con la dignidad, intimidad y privacidad. De manera especial, afecta a niñas, mujeres, adolescentes y jóvenes, aunque cualquier usuario de las TIC puede ser víctima de la ciberviolencia.
10 tipos de violencia cibernética
De cara a evitar esto último, es fundamental conocer los tipos de violencia cibernética más comunes. Y saber cómo, en la medida de lo posible, podrían prevenirse.
1. Ciberacoso o ‘cyberbullying’.
En algunos países, el cyberbullying es un delito y se basa en la difusión de imágenes sin el consentimiento de la persona acosada, mensajes hirientes, amenazas y suplantación de identidad. Dentro de su oferta de contenidos didácticos, Segurilatam ofrece unos consejos para prevenir el ciberacoso.
2. Creación de perfiles falsos.
Otra forma de ciberviolencia es la originada por la creación de perfiles falsos por parte del acosador, quien, sirviéndose del nombre real de la víctima, procede a publicar detalles íntimos. De esta forma, la persona afectada pasa a encontrarse en una situación de gran vulnerabilidad.
3. ‘Cyberstalking’.
Esta modalidad de violencia digital se caracteriza por el seguimiento e investigación constante de información sobre un individuo. Esto lleva a los ciberacosadores a acusar falsamente a sus víctimas, amenazarlas, robar su identidad, dañar su información o los dispositivos que la almacenan, etc. Desde Segurilatam compartimos unas recomendaciones para protegerse del cyberstalking.
4. Difusión de grabaciones.
Entre los tipos de violencia cibernética también figuran las grabaciones a personas, sin su consentimiento, para burlarse de ellas, humillarlas, causarlas daños emocionales o reputacionales… En supuestos así, es fundamental denunciar el caso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
5. ‘Grooming’.
Mediante esta clase de ciberviolencia, los adultos intentan controlar emocionalmente a sus víctimas y chantajearlas con fines sexuales. Se trata de un asunto muy serio. Por ello, es primordial poner en práctica una serie de consejos para no ser víctimas del grooming. Y, ante el menor indicio, poner el asunto en manos de la seguridad pública.
6. Extorsión sexual o sextorsión.
Todo un clásico dentro de los riesgos cibernéticos. La extorsión sexual se fundamenta en las amenazas a un individuo con la publicación de fotos, vídeos o información de carácter sexual si no satisface una cantidad de dinero al extorsionador. Estos tips facilitan prevenir la sextorsión.
7. Registrar a una persona en un sitio web.
Otro de los modus operandi de quienes practican violencia cibernética es registrar a sus víctimas en sitios web o aplicaciones sin autorización para que sean ridiculizadas o vejadas. Al tener conocimiento de ello, los perjudicados deben dirigirse a la página web o aplicación, denunciar el caso y solicitar la eliminación de los contenidos.
8. ‘Sexting’.
El sexting es el envío de textos, imágenes y vídeos de contenido sexual a través de las TIC. Y conlleva una serie de riesgos si los mensajes caen en manos no deseadas. Entre ellos, los ya citados ciberacoso, grooming o sextorsión. Tener en cuenta unos consejos ayuda a prevenir el sexting.
9. ‘Spyware’.
Algunos delincuentes instalan programas o apps en los dispositivos de sus víctimas. Ello les permite espiarlas y controlarlas. Un primer paso para, una vez conocido el contenido de sus conversaciones o mensajes, chantajearlas o humillarlas. Si un dispositivo relativamente nuevo no funciona con normalidad, es importante comentárselo a un experto en seguridad cibernética para que detecte el origen de la anomalía.
10. Suplantación de identidad.
Por último, también es frecuente que se suplante la identidad de una persona para participar en chats u otros entornos digitales donde se compartan comentarios ofensivos. Ello dejaría a la víctima en una situación de desprotección absoluta. Y le obligaría a demostrar que no ha sido ella quien ha publicado los contenidos.
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